miércoles, 14 de septiembre de 2011

La Paciencia de tener Paciencia

La paciencia es una virtud que algunas personas interpretan como debilidad, sobre todo si quien es paciente, permite y tolera el abuso por parte de los demás. No hay que confundir una actitud pacífica y tolerante con la pasividad, la sumisión y el temor. Sólo una persona madura emocionalmente, consciente y equilibrada puede hacer uso de una actitud paciente en el momento en que lo considere necesario

Para ser más pacientes

Maneja tu reacción: Si en lugar de actuar con la mente fría, lo haces con la emoción del 
momento, seguramente que más tarde te arrepentirás de tu reacción. Toma unos segundos para 
pensar antes de actuar.
Ponte en el lugar de la otra persona. Conoce y acepta a las personas como son. Reconoce 
los aspectos positivos de su personalidad y ten en cuenta sus limitaciones, así sabrás qué puedes
esperar de ellas.

Analiza la situación con objetividad: Considera todos los aspectos involucrados. 
Pregúntate qué puedes hacer para cambiarla. Si la respuesta es positiva, ponte a hacer lo 
necesario para mejorarla; pero si es negativa, trabaja la aceptación para que no te desequilibre.

Canaliza tu estrés: El ejercicio físico diario, la relajación, el ubicarnos en el presente, la 
respiración profunda, hacen que nuestro nivel de tolerancia sea más amplio y nuestra tensión
sea menor, lo que evita la reacción inmediata a las situaciones difíciles.

Ajusta tu nivel de expectativa: Muchas veces esperas más de lo que los demás te pueden dar, 
lo que hace correr el riesgo de dañar tus relaciones con ellos. Otras veces te exiges a ti mismo 
demasiado. Sé paciente y toma el tiempo para descansar y recuperar la energía y la claridad
 que necesitas. Saber soltar a tiempo es señal de inteligencia y equilibrio.


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