miércoles, 14 de septiembre de 2011

La Paciencia de tener Paciencia

La paciencia es una virtud que algunas personas interpretan como debilidad, sobre todo si quien es paciente, permite y tolera el abuso por parte de los demás. No hay que confundir una actitud pacífica y tolerante con la pasividad, la sumisión y el temor. Sólo una persona madura emocionalmente, consciente y equilibrada puede hacer uso de una actitud paciente en el momento en que lo considere necesario

Para ser más pacientes

Maneja tu reacción: Si en lugar de actuar con la mente fría, lo haces con la emoción del 
momento, seguramente que más tarde te arrepentirás de tu reacción. Toma unos segundos para 
pensar antes de actuar.
Ponte en el lugar de la otra persona. Conoce y acepta a las personas como son. Reconoce 
los aspectos positivos de su personalidad y ten en cuenta sus limitaciones, así sabrás qué puedes
esperar de ellas.

Analiza la situación con objetividad: Considera todos los aspectos involucrados. 
Pregúntate qué puedes hacer para cambiarla. Si la respuesta es positiva, ponte a hacer lo 
necesario para mejorarla; pero si es negativa, trabaja la aceptación para que no te desequilibre.

Canaliza tu estrés: El ejercicio físico diario, la relajación, el ubicarnos en el presente, la 
respiración profunda, hacen que nuestro nivel de tolerancia sea más amplio y nuestra tensión
sea menor, lo que evita la reacción inmediata a las situaciones difíciles.

Ajusta tu nivel de expectativa: Muchas veces esperas más de lo que los demás te pueden dar, 
lo que hace correr el riesgo de dañar tus relaciones con ellos. Otras veces te exiges a ti mismo 
demasiado. Sé paciente y toma el tiempo para descansar y recuperar la energía y la claridad
 que necesitas. Saber soltar a tiempo es señal de inteligencia y equilibrio.


jueves, 28 de abril de 2011

Tranquilidad= Belleza Interior y Exterior

Uno de los beneficios más visibles de tener paz y serenidad en mente y cuerpo es que esa tranquilidad interior se irradia a nuestro alrededor, nos hace más asequibles, nuestra piel resplandece, nos hace sonreír y lo más importante, nos hace lucir más jóvenes.
El que está feliz internamente se siente bien y está claro que eso lo notamos todos externamente. Eso es la belleza interior.


Estas personas se ven bien sin necesidad de maquillaje; en cambio, a menudo, por más que puedas maquillarte o esconderte detrás de unas gafas de sol, una ropa cara o intentes forzar una sonrisa, todo el mundo se da cuenta de que no estás bien ya que la salud y el estado de ánimo (los celos, la rabia, la depresión) no se pueden ocultar.
La doctora Cristina Curiel, psicoanalista doctorada, catedrática de la escuela de Psicología de la Universidad Iberoamericana, y vocera de Sedal para el proyecto "La Vida No Puede Esperar", comenta que "la mujer moderna debe cumplir con muchos retos: ser buena en su profesión, y tener una pareja y familia exitosas. Entonces es fácil que piense que debe satisfacer todas la expectativas puestas en ella".

Esto a veces causa depresión, insatisfacción y muchas sensaciones que deterioran poco a poco la seguridad que tiene una mujer.

Para la doctora Curiel, los niños deben aprender desde pequeños la importancia de cultivar su belleza interior. Los padres deben proporcionarles toda ayuda, decirles siempre la verdad, enseñarles que no se puede ser el mejor en todo, no exigirles cosas que no puedan cumplir, ir a su paso y sobre todo darles mucho amor.

Para equilibrar nuestra Belleza solo necesitamos:

Cada día, antes de iniciar nuestra jornada, mientras nos vestimos, debemos poner en orden nuestras ideas, afectos, sentimientos y propósitos, e ir limpiando de nuestro corazón y de nuestra mente posibles residuos de pensamientos y sentimientos negativos como rencores, envidias, venganzas, resentimientos, antipatías y discordias, para dar paso a la armonía equilibradora y saludable del espíritu sereno, que viene acompañada de generosidad, optimismo, comprensión, perdón, actitud mental esperanzada, positiva y de servicio a los demás y predisposición a dejarse invadir por la incomparable belleza de las cosas más pequeñas, cotidianas y aparentemente insignificantes.

Queridos Lector@s: Nos sobra cerebro y nos falta emoción. Debemos desmentalizar nuestra manera de procesar la información y darle más cabida a lo natural. Serenar la mente y traerla un poco más al presente para que podamos mirar lo emocional sin tanta contaminación. Mejorar el equilibrio mente-cuerpo para que nuestro YO salga fortalecido, ese es El reto para obtener la eterna Belleza y Juventud.